Por Marta Prono
Una indecifrable dispersión
de vientos
me nombraron mujer
desde la vida
para ser un avatar
incandescente de futuro.
Me acrisolaron paciencia
y fuí espera esperanzada.
Me anudaron las palabras
y crecí día a día en el silencio
liberando el grito.
El amor es mi destino
y lo hice mi carne
para trascender la sangre
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