MANIFIESTO POR LA POESÍA
Por Marta Prono
No podrán detenernos el sueño ni amordazarnos las palabras.
Estamos mas allá de los que pretenden contenernos.
Sus oscuras razones sus pretendidas insidias no alcanzan a mellarnos.
Tenemos una voz libre por la que nos columpiamos en sus estructuras
que jamás podrán aprisionarnos en la mediocridad, en la hipocresía
que encubre el temor que los corroe.
Sí, nos temen por eso ponen distancia y nos marginan
buscando la complicidad del silencio.
Ese silencio que nos habita y nos crece hasta estallar la palabra.
Sí, nos temen porque somos transparentes
y nuestra luz los pone al descubierto.
Oficiantes de sombras no alcanzan a forjar un destino.
Tenemos la eternidad del canto y mas el cielo
el aire que respiran y eso los asfixia.
Mientras nos embebemos de vida volando siempre en busca de la altura
ésa que les da vértigo por eso van reptando sinuosamente al raz del suelo.
Nos temen los desencontrados de sí mismos los que pueden y no se atreven.
Rehuyen el desafío de la imaginación la lucidez de la metáfora
y por sobre todo el sueño ese sueño que nos abarca y nos proyecta hacia el futuro.
Prisioneros de una realidad que no transforman
temen nuestra vocación de esperanza y por sobre todo nuestra valentía
la alegría, el corazón que repartimos, el amor que nos hermana.
Porque ellos sembrarán el odio, la destrucción el caos
agobiados de sombras pretenderán disociarnos.
No podrán somos dueños del sueño, el misterio y hasta de su silencio.
Testigos nunca cómplices de su cobardía hemos visto el sarcasmo en su sonrisa
y eso nunca podrán perdonarnos.
Sembradores de sueños habitamos el poema en un espasmo de eternidad
sabemos que hemos vencido el tiempo y somos libres como el amor y como el viento.
