martes, 14 de abril de 2009

"EL ADIOS A SUMA PAZ POR ALBERTO PEYRANO

EL ADIÓS A SUMA PAZ

A los 70 años, falleció la cantante argentina Suma Paz. El canto surero, la milonga, el estilo y la zamba fueron algunos de los géneros que le surcaron el pulso de la guitarra y un canto sin estridencias, pleno de precisión, profundidad y belleza.

Con su visión profunda y comprometida de la pampeanía, con su canto dulce y evocativo, con su guitarra decidora alejada de todo lo que fuera “comercial”, cubierta con un poncho de nubes, Suma Paz emprendió el rumbo hacia la eternidad. Irrepetible cantora, fue una de las pocas que supieron conservarse hasta el fin en una trayectoria limpia, diáfana, lenta pero segura, despojada de efectismos y virtuosamente auténtica.

Portando su instrumento y derramando a través de su garganta los poemas y mensajes de Atahualpa Yupanqui, supo ganarse un lugar que no siempre fue reconocido en amplitud. Desde su Bombal natal, en la pampa húmeda santafecina, pasando por Pergamino, Rosario y luego Buenos Aires, esta mujer argentina se nutrió de esencia criolla, de tradición argentina, de paisajes con extensiones verdes y cerealeras, y caminó su canto apoyada en la palabra del poeta mayor de nuestra argentinidad, recorriendo los cuatro puntos cardinales de su tierra con propiedad y con un sello personal que no pasó desapercibido para quien anduviera en busca de lo auténticamente nuestro.

Toda su vida la dedicó a la guitarra, al canto, al estudio permanente de la música argentina y cantó en teatros y universidades aquí y en el exterior, ofreciendo en cada recital el aporte de su talento, la palabra sabia, la idea que apelaba a la conciencia del espectador. Nutrida de un verbo telúrico, sus frases llegaban hondo a un público respetuoso que la acompañaba en su silencio de características sagradas, entregado con fe a quien lo hacía vibrar con palabras que hablaban del paisaje de las pampas, del hombre de campo, de las injusticias sufridas, de los amores eternos, del perro o el caballo amados, de los árboles y los pastos compañeros, de la guitarra inagotable de inspiración y de noches bajo la luna.

Nombre emblemático del cancionero tradicional argentino, Suma Paz fue una artista esencial de la cultura criolla y una luchadora incansable contra los embates de las mediocridades efímeras que siempre intentan marginar lo auténtico dominando desde los medios. Nunca se rindió y permaneció con su legítima luz alumbrando a quien la escuchaba habitualmente. Gracias a su Arte, con la magia de su canto y su guitarra, pudimos muchas veces apartarnos de una realidad caótica y desencontrada, para recibir una generosa cuota de paz en el corazón, de suma paz, con Suma Paz.

1 comentario:

  1. Querida poeta y amiga Marta Prono, muy agradecido por haber publicado este homenaje que le dediqué a quien en vida y con su talento, le dio lugar a través de la música al hombre y la mujer de la pampa húmeda, llenando el corazón de su público con gotas de humildad, sencillez, buen gusto, profundidad y compromiso. Muchas gracias en nombre de la ahora Eterna Suma Paz.
    Un abrazo poético, Alberto Peyrano

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