Una innumerable
dispersión de vientos
me nombraron mujer
desde la vida
para ser un avatar
incandecente de futuro.
Me acrisolaron paciencia
y fuí espera esperanzada
Me anudaron las palabras
y crecí día a día liberando el grito.
El amor es mi destino
y lo hice mi carne
para trascender la sangre
Este poema publicado en la Revista de la Mesa Panamericana de Mujeres, pertenece al libro "Universo de Sueños" Marta Prono
ResponderEliminarHermoso Marta !
ResponderEliminarMuchas Gracias por recitarla hoy para mi .
Sandra Lopez